Pablo Ohde

“Anteojos de quince pesos y una prolija afeitada de dos días. Su impecable calzado de gamuza, sus medias a rombos, su pantalón de pijama arratonado, su campera de polar y un gesto…Un gesto reclamamos, y la indulgencia de nuestro inspirado lector, para ocultar el rostro del protagonista de estas crónicas”.
¿Cómo se podrá advertir la verdadera Estatura Heroica de nuestro Protagonista? Entre sillones mullidos y suaves edredones se teje la trama. El Cucú suena nuevamente en el living, mientras la máquina familiar echa humo, nuestro héroe reflexiona: “no alcanza el mundo para abarcar un pañuelo”…



Para adquirir este libro presione Aquí

No hay comentarios:

Publicar un comentario